Durante la última década en Hidalgo desaparecieron 2 mil 414 mujeres, de las cuales apenas 640 han sido localizadas de acuerdo con una solicitud de información realizada a la Procuraduría General de la República (PGR). El informe reveló que de 2004 a 2014 se presentaron 3 mil 140 desapariciones en total, de las cuales más del 50 por ciento fueron mujeres, quienes en un 45 por ciento correspondieron a un rango de edad de entre 19 y 50 años de edad. De acuerdo con el reporte de la PGR, durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón, se presentaron 947 desapariciones de mujeres, siendo los municipios de Pachuca, Tulancingo y Tula los que reportaron la mitad de las desaparecidas de 2006 a 2012. En el sexenio de Calderón Hinojosa se presentaron el 85 por ciento de las desapariciones de la última década, sin embargo, entre 2013 y 2014 se registraron 40 desaparecidas, manteniendo las estadísticas ascendentes de la anterior administración federal. Dichos datos contradicen la información de la Procuraduría General de la República (PGR) publicó en su portal de transparencia en el sexenio pasado, al revelar que de 2006 a 2012 se presentaron apenas 246 desapariciones en el estado, ubicando a Hidalgo en el sitio 15 a nivel nacional. Aunque las mujeres jóvenes fueron las que presentaron un mayor índice de desaparecidas, las féminas de entre 12 y 18 años de edad fueron el segundo rango de edad con el 36 por ciento y el resto lo complementaron las personas de la tercera edad e infantes. El 30 por ciento de las desaparecidas que fueron localizadas de 2013 a 2014 fueron halladas sin vida, es decir, fueron asesinadas por sus captores de manera violenta sin la detención de los autores. La Organización Sonrisas Perdidas, dedicada a la búsqueda de menores de edad desaparecidos, informó que de 2010 a 2014 se registraron 50 casos de desaparición, de los cuales apenas nueve fueron localizados, mientras que dos fueron sin vida, por lo que exhortaron a las autoridades a incrementar las acciones de investigación para evitar la impunidad de los casos. María Navarro Solís, dirigente de la asociación, reconoció que pese a que Hidalgo se unió a la Alerta Amber en 2013, la mayoría de los casos que se reportan continúan impunes. De acuerdo con la activista civil, las desapariciones de los menores están vinculadas con bandas dedicadas al tráfico de personas que trabajan para los cárteles del crimen organizado. La activista señaló que el 60 por ciento de los menores desaparecidos corresponden a mujeres, lo que significa que entre los captores hay mayor interés en reclutar a mujeres para el mercado de servicios sexuales. Armando Domínguez, vicepresidente del Comité de Derechos Humanos de las Huastecas y la Sierra Oriental, aseguró que en Hidalgo durante las últimas dos décadas del siglo pasado, desaparecieron alrededor de 300 personas, cuyos casos hasta el momento continúan impunes. El activista social relató que los familiares de las víctimas en la mayoría de las ocasiones no proporcionan mayor información por temor a posibles represalias, lo que permite que cientos de personas se encuentren en calidad de desconocidos sin posibilidades del hallazgo de sus restos. El representante de la organización dedicada a la búsqueda de desaparecidos en las zonas de alta marginación de la Huasteca, explicó que la mayoría de las ocasiones las jóvenes son raptadas para contraer matrimonio en contra de su voluntad. Pese a que el Instituto Hidalguense de las Mujeres (IHM) ha referido en múltiples ocasiones que en la entidad son mínimas las desapariciones forzadas en el sexo femenino, de acuerdo con el índice de Violencia generado por el Instituto Nacional de las Mujeres, Hidalgo es uno de los estados con mayor violencia hacia las mujeres, uno de los factores de desaparición para las mujeres. Según el estudio sobre desapariciones forzadas realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 2012, Hidalgo ocupa el sitio 13 a nivel nacional en cuanto a mujeres desaparecidas, es decir, supera a entidades con mayor demografía como Puebla, Querétaro y San Luis Potosí, siendo la región del Altiplano la que mayor número de desaparecidas reporta. Ana María Concepción Pérez, madre de una joven desaparecida, cuya identidad fue reservada por petición de la tutora, reveló que su hija desapareció en 2012, antes de que arrancara la actual administración federal y se pusiera en marcha la Alerta Amber en la entidad, por lo que aseguró que su hija forma parte de las miles de víctimas reclutadas por el crimen organizado en la Guerra contra el Narcotráfico emprendida por el entonces presidente Felipe Calderón. La angustiada madre reconoció que ha solicitado apoyo tanto a la PGR como a organizaciones internacionales de Derechos Humanos, sin recibir alguna respuesta positiva hasta el momento. La madre de 53 años de edad relató que ha acudido a la sede de la PGR y solicitó una audiencia ante Arely Gómez, actual titular de la dependencia federal para que atienda su caso, cuya hija se desconoce su paradero. Este caso se repite en cientos de ocasiones tanto en el estado como en el país, por lo que diferentes organizaciones civiles han solicitado a las autoridades el esclarecimiento de las desapariciones de mujeres en México. Conforme a la Ley, las autoridades comienzan a realizar la búsqueda de personas desaparecidas después de las 72 horas de la última localización de la víctima, tiempo que para los familiares es demasiado.