Activistas de México y Estados Unidos iniciaron un recorrido por la frontera con Guatemala para documentar abusos en el Plan Frontera Sur implementado para contener el flujo de migrantes.
Detienen al día a 16 migrantes
Encabezados por Richard Estrada, sacerdote episcopal de la diócesis de Los Ángeles, California, la delegación norteamericana criticó que los impuestos de los estadounidenses sean utilizados para respaldar programas que violan derechos humanos. "Venimos con el corazón abierto, con los oídos y ojos abiertos para ser testigos y llevarlo a comunicar a la gente de los Estados Unidos que ellos sepan lo que esta pasando no es aceptable" expresó en conferencia de prensa. Los activistas cruzaron el río Suchiate, que divide a México y Guatemala, y por donde diariamente cruzan cientos de indocumentados. "Queremos ser testigos de la política de Estados Unidos, nosotros pagamos impuestos y no queremos y no estamos de acuerdo que los impuestos de los norteamericanos estén siendo utilizados para violar los derechos de los migrantes y de los refugiados que vienen en tránsito por México", agregó Ángela Zambrano, del Centro de Recursos Centroamericanos en Los Ángeles, California. Dijo que por el Plan Frontera Sur en Estados Unidos se reporta una reducción del ingreso de migrantes, particularmente de niños no acompañados, sin embargo eso no significa que los indocumentados estén dejando de salir de sus países sino que por la política norteamericana de sellar la frontera México-Guatemala están quedando en el camino. Carlos Holguín, del Centro de derechos humanos y derecho constitucional, abundó que el plan fronterizo es violatorio de derechos internacionales al dejar sin acceso a migrantes para solicitar asilo en otros países. "El Plan Frontera Sur esta moviendo la frontera norte hacia la frontera sur de Guatemala y México", remarcó Denise Quiñónez, de la organización Jóvenes Inc. Los activistas señalaron que tras el recorrido, que incluye a Chiapas y el Distrito Federal, regresaran a su país para sostener encuentros con congresistas y exigir cuentas sobre los recursos que se destinan a México y Centroamérica en materia migratoria. Demandaron que esos recursos económicos se destinen para políticas y programas que generen oportunidades para las personas. Entre los activistas mexicanos participan Ramón Verdugo Sánchez, del albergue Todo por ellos, y Heyman Vázquez Medina, del albergue Nadie es extranjero.